sábado, 7 de abril de 2012

¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? Lc. 24, 5


¡Suicidio! ¡Muerte! ¡Depresión! ¡Tristeza! ¡Guerras!, ¡Desastres naturales! ¡Secuestro! Son los gritos de la humanidad, de una humanidad abrumada por la muerte, son los gritos de una sociedad, de ésta sociedad de la que formamos parte tú y yo. Es una muerte que se vive aún estando vivos ¿Qué paradoja, no? El cristiano forma parte de esta cultura de la muerte que describe el beato Juan Pablo II, cultura que nosotros hemos ido construyendo, cultura en el que muchos de nosotros somos los principales arquitectos

¿Cuáles son los signos de muerte en tu vida?
¿Qué acciones de tu vida favorecen esta cultura de la muerte?

Pero él les dijo: No se asusten. Buscan a Jesús de Nazaret, el crucificado. Ha resucitado; no está aquí. 
Mc. 16, 6

Para nosotros creyentes, que digo creyentes, sino Amigos de Jesús, esto de la muerte no es el final de la historia, de la humanidad, no, ¡claro que no! Lo último es la Vida, que comienza a partir de que  Cristo Ha Resucitado, lo que significa que aún hay esperanza pero no una vacía, sino la que da profundidad a la vida misma, lo que da impulso para que la desolación (lo que no es de Dios) disminuya y halla una presencia mayor del Reino de Dios. Creer en la Resurrección, no es celebrar únicamente el Sábado Santo, va más allá, es vivir cada día con actitud alegre ante los problemas, es decirle SI a la vida con sus luces y sombras, es arriesgarse a Amar, es arriesgarse por ese proyecto que te hace bien, Resucitar es ser luz, hoy, allí en donde te mueves (trabajo, apostolado, etc), es Vivir desde, por y para Dios, no porque sea un deber sino porque es una bendición. 

El sacerdote González Carvajal en su libro teología para universitarios dice que “Jesús no vive porque su causa sigue adelante, sino que su causa sigue adelante porque Él vive”.
La Resurrección no es un hecho aislado a nuestras vidas sino que es una realidad que se hace presente en nuestras vidas.

¿Cuáles son los signos de  resurrección en tu vida?
¿Amas tu vida?

“El Nuevo Testamento resalta expresamente que sólo hubo apariciones a creyentes: se aparece < no a todo el pueblo, sino a los testigos que Dios había escogido de antemano> (Hch. 10, 41), es decir, a los que creían en Él, como los apóstoles, o a los destinados a creer, como Pablo. Eso hace que no haya posibilidad de testigos neutrales de la resurrección. Todo aquel que se encontraba con Cristo resucitado se convertía en un creyente. Si Pilatos o Tácito (no creyentes) hubieran estado en el lugar en que Jesús se apareció a sus apóstoles, no habrían visto nada. Hacía falta fe. Se estaba cumpliendo, en definitiva, el anuncio de Cristo antes de morir: (Jn. 14, 19)
(González, 1998)1 

Si para ver a Jesús Resucitado es necesaria la Fe, ¿tu tendrías Fe para verlo hoy resucitado?

Los niños, adolescentes, jóvenes y adultos de hoy, no desean escuchar solamente de la resurrección de Jesús, desean verlo, ¿es tu vida un testimonio de que Jesús vive?

Ser cristiano no es solamente: dar temas, retiros, ir a misiones, etc. es mucho más, es ser luz y sal, es ser un testimonio de que Jesús no solo vive sino que está entre nosotros. Por ello gritemos con cada actitud, pensamiento, acción, sentimiento que JESÚS HA RESUCITADO.
Luego de vivir así, seguramente RESUCITAREMOS EN PLENITUD.
¿Te atreves?

JAPO
A.M.D.G.
1González, C. (1998). Esta es nuestra Fe. Teología para universitarios. España: Sal Terrae pastoral  

Me amó hasta el extremo


            Celebrar para reconocer, celebrar para meditar, celebrar para comprender, celebrar…para Amar. Hoy, viernes santo, celebramos el inmenso Amor que Dios me demuestra, no por lo que hice, hago o haré, sino por Quien Soy.
            “Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar  de este mundo al Padre y habiendo amado a los suyos, que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo”  Jn. 13, 1
            Amar no sólo implicar sentir, va más allá, es dar todo, hasta el extremo.
¿Qué implica, para mí, amar hasta el extremo?
¿Amó a mi esposa, novia, familia, hijos, como Jesús? 
“Nosotros tenemos una ley y según esa ley tiene que morir…”  Jn. 19, 7 
En diversas ocasiones, nos hemos ocultado bajo una ley, hemos actuado bajo una ley, hemos juzgado bajo una ley, hemos matado a los demás bajo una ley, ¿no eso mismo hicieron nuestros antepasados para matar a los profetas? ¿No eso mismo hizo la jerarquía católica para justificar la inquisición?
La ley de Dios no es la que esclaviza, la que desmotiva, la que ofende, la que lastima, la que obstaculiza el amor, la verdadera Ley de Dios es la que da vida y en abundancia. 
¿Qué ley te quita vida? ¿Es una ley de Dios? ¿Obstaculiza el Amor? 
“Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”  Lc. 23, 46 
El Amor es entrega total, hasta el extremo, viviendo no desde una ley sino desde el puro amor, desde El Padre.  

            ¿Entrego al Padre Dios mi vida toda?
¿Qué lo impide?

            JAPO
A.M.D.G.

El Camino de dolor que lleva a la Resurrección


 
No siempre nos atrevemos a ver nuestra vida, meditando nuestros dolores y menos aún ver nuestro dolor con otra vista, con otra cosmovisión.
Recorrer ese camino, no suele ser fácil, suele ser, muchas veces, complicado, pues nos trae al corazón  recuerdos que nos hacen volver al hecho, al hecho de dolor, por alguna pérdida, por algún fracaso, por alguna infidelidad, por alguna decisión… no es lo mejor pero a veces, recorrer nuestra pasión y muerte, nos hace volver a Resucitar.


Señor Jesús, despierta nuestro oído cada mañana para que escuche yo, como discípulo
Para recorrer nuestro camino nos hace falta escuchar la voz que va surgiendo en el recorrido, voz que nos da la pauta para seguir, para emprender, para decidir, para arriesgar. Tendremos que hacer despertar no sólo nuestro oído sino todos nuestros sentidos…para poder encontrar la voz que emana del corazón.
¿Qué voz necesito escuchar?
¿Qué me deja escuchar esa voz?
¿Es la voz de la verdad?


Jesús nos hace falta anonadarnos, nos hace falta bajar al corazón para escucharte
Para escuchar la voz en todo nuestro recorrido de la vida nos hace falta bajar, un gesto que resulta ser necesario, bajar ahí donde la razón y el sentir se reúnen, bajar para comprender, bajar al lugar donde el equilibrio habita, donde la sabiduría se pasea, donde el amor no se va, ahí donde las certezas no se guardan.
¿Qué me impide bajar al corazón?


Jesús danos la capacidad de morir…para poder VIVIR
Nos hace falta morir…a aquello que no nos da vida: personas, situaciones, acciones, decisiones…
¿Qué me hace sentir muerte en mi vida?


Jesús muere no para quedarse en el sepulcro sino para dar Vida en abundancia
¿A qué tengo que morir para dar Vida en abundancia?

JAPO
A.M.D.G.